Ella mientras se recuesta boca arriba, recuerda como aquellas manos la tuvieron por completo. No recuerda cuando fué la última vez que se sentía tan completa. No recuerda la última vez que el amor le entro por la piel, toda. Él, no lo sabe.
Ella, intenta no pensar en un adiós. Él, ya la espera. Ella muere por correr a sus brazos, no lo hace. Él sólo la observa y cuida de ella.
Si tan sólo él supiera que la sonrisa que nace en ella cada día no es en vano...
(extracto de algo que escribí hace unos seis mess, estragos de montones de letras.)
6 comments:
Familiarmente cercano... tan impersonal y cálido como siempre.
Creo que es algo de lo que siempre me quejaré, incluso ante mi mismo.
La contradicción más grande de mi vida es seguir vivo.
Tan facil me transportaste a esa luz que se cuela en la ventana, para mirar esa historia... saludos
Sí, muy idílico de tu parte. He de reconocer que el romanticismo victoriano no forma parte de mis ocupaciones varias; la última vez que participé en una escena como la que describes fue hace unos cinco años, cuando aún leía a Whitman y Hölderlin, pero la realidad se encarga de quitarte esas facetas, que con el paso del tiempo empiezas a llamar "gilipolléces". Pero si bien necesito de tan dulzones encuentros tanto como necesito un decodificador de clave Morse, me haces pensar en que tal vez, la persona que está conmigo si podría añorar x o y payasada, luego no estaría de más ver las cosas desde la perspectiva que planteas, al menos ocasionalmente.
Extrañaba este tipo de post's en tu blog.
:)
Abrazos!!
Las historisa vividas son las mejores.
Acabas de despertar mis ganas de decirle a ese alguien que todo no fue en vano.
Gracias.
Besos infinitos Priscila.
pd. chingon tu banner
que yo preferiria quedarme asi, la verdad que si....hay que lindo y yo tan melancolica en estos dias
saludos
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