Sol de una noche...

Yo no puedo nombrarme victoriosa de batallas ni hostil ante las tempestades. No puedo. Tampoco puedo rendirme ante aires llenos de viento sabor a menta ni alzarme ante puños de candor.

Pero quizá, sólo quizá, sí esté buscando siluetas o algo semejante que fuese adorable, o por lo menos querible, besable, amable.

Y quizá, sólo quizá, lo encuentre buscando la vida o buscando la muerte, eso nunca se sabe.

Si yo pudiera controlar aquello que me mueve sin que esto suene a justificación, no sería ni la cuarta parte de lo que te gusta de mi.


Así, sin más.


Y sí, ya me aburrí.