Decidir.

Y aunque me haya tenido que amarrar bien los pantalones y decirte que ya no más, también moría por dentro. No es que ya no te quiera, ni que no necesite sentirte cerca, simplemente ya no puedo seguir estando por siempre para ti. Te hago daño.

No es que no me importen tus lagrimas y lo que sientes, simplemente ya no puedo más con esto. No puedo seguir teniendo tus caricias en mi cama, cuando sé que ella te espera en una casa. No puedo seguir contestando tus llamadas como si nada cuando estás con ella. No puedo seguir mirándola y sonreírle como si nada pasara.

Y aunque tu futuro lo deseabas conmigo y tus planes llevaban mi nombre, tu presente te tiene en los brazos y el destino de una persona con otro nombre.

Yo, ya me cansé. Necesito avanzar y encontrarme con aquel futuro que si no es certero, tiene conotaciones más estables que las tuyas.

Deuda.

Como dije que cumpliría con aquello que me dejó mi estimadísima Viriz, he aquí:

1.- Poder correr una camioneta todo terreno a campo abierto o en ese tipo de rally que llegan a organizar. Me fascina la velocidad y la adrenalina.

2.- Comprarme un auto deportivo. (ja, ja.. soy muy, muy fanática de los autos.)

3.- Antes de cumplir treinta, viajar a algun país de Europa (todavía no me decido entre tres) y vivir un torrido romance con un extraño y regresarme sin más.

4.- Conocer Marruecos y Egipto.

5.- Vivir un tiempo en otro país.

6.- Tal vez... tal vez.. ir a buscarle y saber si esa historia podría tener otro final, mi final. (Viriz.. you know. :P)

7.- Retribuir de cierta manera a todas esas personas que han sido importantes en mi vida.

8.- Haber conocido, experimentado y creado lo suficiente como para morir en paz.



Done.

Como suelo hacerlo, me saltaré una regla... no se la dejaré a nadie más. Que la tome quien lo desee. Y a usted señorita, un beso enorme.

En las entrañas.

No siempre tengo una explicación y sinceramente, no pienso tenerla.

La cosa es sencilla: si me gusta el chocolate, como chocolate pero sucede que hoy el chocolate ya me cansó. Tal vez se escuche como una estupidez pero así es la forma más sencilla de decirlo. No tiene que ver contigo ni con nadie, pero olvidaste por un momento que mi corazón también tiene entrañas. Lo más curioso, yo también lo olvidé.

Y antes de que mi corazón me de la vuelta y se olvide del pudor, yo me marcho primero y te pido que simplemente tú también te abstengas de comer chocolate.