Wednesday, November 07, 2007

Nunca he sido buena para esto. Menos al tratar de explicar lo que mis palabras bruscas y rezongonas -faltas de fragilidad pero con ideas tan mías- pautan dentro de mi. ¿Cómo empezar?

Sí, es muy complicado empezar cuando los adjetivos latentes que me rondan todos los días, son sinónimos de situaciones calculadoras, frías o estrictamente rectas. No conozco a alguien más contradictoria que yo, pero a la vez con una forma tan singular y firme cuando se trata de tomar decisiones. Fanática de las casualidades y las causalidades, de preferencia, que sean simples, de esas inesperadas. Melómana hasta morir. Amo los pequeños detalles, esos que a cualquiera le pasan desapercibidos. Tengo un gran interés por aquellas personas dueñas de su intelecto y libres de mente.

Enamorada de la vida y de todos esos detalles que vienen con ella: la gente, las circunstancias, los sueños, creer. Complicada hasta los huesos. Mediadora y pensante en sus palabras antes de expresarlas. Sutil y estable en todo momento aunque sienta que muero por dentro, a veces. Con cierto temor a aquella que vive del otro lado del espejo. Llena de complejos como el resto de la gente y con aquella debilidad constante por las situaciones con ciertas connotaciones lúbricas. ¿Quién no es amante de las sensaciones a flor de piel?

En algunas letras, en esencia, diría que esa soy yo. No siempre es fácil hablar de todo lo que trae uno dentro, menos cuando tiene que hacer a un lado a todos sus demonios pero al menos, el cometido creo que lo cumplí. Descubrir lo que soy.